Los poderosos países que conforman el llamado G7 se han alineado en una sola voz, determinando graves sanciones por la invasión que Rusia ha estado llevando a cabo contra Ucrania, porque consideran injustificado el ataque contra civiles y contra una población, cuando se tuvieron a la mano varios factores que podían ayudar a lograr un entendimiento entre ambas naciones.
Por su parte Estados Unidos estará restringiendo todas las acciones que tengan que ver con el dólar, euros, libras y yenes, así como restricciones con los bancos y con cierta cantidad de dinero, para evitar que el gobierno ruso y también empresarios de este país, puedan realizar actividades monetarias.
Esto busca limitar a Rusia a que pueda adquirir tecnología que contribuya para la construcción de sus barcos y de otros armamentos, y evitar que se pueda fortalecer lo que es el tema de la armada de dicho país.
Mientras que de su lado Canadá procedió a cancelar todos los permisos de exportación con destino a Rusia y las limitaciones tienen enfoques específicos, que son para el Ministerio de Defensa, Finanzas y Judicial.
En Gran Bretaña el primer ministro estuvo anunciando en el Parlamento que la línea aérea de Rusia, la Aeroflot ya no contaba con permisos para surcar el espacio aéreo de este territorio, impidiendo así la libre movilidad desde y hacia Rusia.
La condena ha sido masiva para Rusia por este ataque despiadado que ha lanzado sobre Ucrania, cuando los principales líderes entendían que el mismo no iba a proceder con este, luego de que agotaran ingentes esfuerzos para evitar la situación, sin embargo, los sistemas de inteligencia de Estados Unidos siempre alertaron de que la invasión y los ataques iban a suceder, pero no se le daba la credibilidad suficiente, porque consideraban que era una acción demasiada osada para llevarla a cabo.